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Edificio Girón

Octubre - 2021

El Malecón es conocido por muchos como el sofá de La Habana y es que es un lugar para descansar después de una larga caminata, pensar, romancear, cantar, vender, entregar ofrendas a Yemayá y hasta hacer ejercicios. ¿Quién no se ha sentado en el malecón de espalda a la ciudad, mirando al norte como si los problemas se fueran a escapar con las olas?? ¿Quién no lo ha caminado? 

El tema de hoy surge gracias a esas caminatas que una hace por el Malecón y de pronto te llama la atención algo que ha estado ahí por mucho tiempo. Siguiendo la línea que dibujan los edificios del litoral ahora mismo se construyen dos hoteles de lujo en primera y D de la compañía cubana Gaviota, que son dos torres de 27 pisos de altura y tendrán 600 habitaciones. A unos cuantos metros de estos flamantes hoteles se levanta como una mancha gris en el horizonte el edificio Girón que es donde nos vamos a detener. 

El edificio Girón se encuentra ubicado en Malecón y F, muy cerca del Centro Deportivo José Martí que visitamos hace poco en nuestro canal de Youtube.

El edificio se inauguró en 1967 y los arquitectos fueron Antonio Quintana y Alberto Rodríguez, se compone por dos bloques de 17 pisos de apartamentos vinculados por la torre del elevador y las secciones de escaleras. Para su construcción fue utilizado por primera vez en Cuba el sistema de moldes deslizantes en viviendas de altura. Y a pesar de no ser tan viejo, si lo comparamos con la mayoría de los edificios de La Habana por supuesto, se encuentra en muy malas condiciones. 

Este edificio tiene toques de brutalismo, un estilo arquitectónico que surgió del movimiento moderno en las décadas de 1950 y 1970. El término tiene su origen en el hormigón crudo para describir la elección de los materiales, un término acuñado por Le Corbousier. Tal vez esta característica sea la que lo lleve al inminente desastre ¿Hormigón crudo frente al mar? Estoy segura que las intenciones fueron buenas, se quería un edificio moderno que rompiera las tradiciones y mirara al futuro, definitivamente el experimento no funcionó pues lo que vemos hoy es una mole de hormigón y fierro oxidado que aparenta ser fuerte.

Lo que si no es un secreto para nadie es que las vistas al mar y a la ciudad son fabulosas, aunque sabemos que el salitre es el enemigo de los edificios y casas que están cerca del mar y que hay repararlos con cierta periodicidad, aunque la verdad es que aquí hace mucho tiempo que no se mueve un saco de arena y menos uno de cemento. 

En algunos lugares se conoce el número 13 como el número de la mala suerte. En Cuba, yo diría que el número de la mala suerte es el 14 y es que desde el piso 14 de este edificio se tiró un joven de 20 años hace muy poco, así como han sido 14 cubanos los que se han tirado del inmueble que se encuentra en la esquina de G y 25 en el Vedado y otro ejemplo relacionado con el número 14 es en el edificio de los ataúdes, ya que todas las especulaciones giran alrededor del piso 14. 

Si somos sinceros el Girón nunca ha sido muy bien visto, como de costumbre la desaprobación fue expresada con choteo, que si cuando lo van terminar, que si lo que le falta es una pinturita. Desde su inauguración fue una nota discordante, hoy unos cuantos ciclones después, indiscutiblemente lo sigue siendo. 

Es lógico que cuando los dos hoteles estén terminados y circulen huéspedes y visitantes se pregunten por el edificio gris y triste ¿evitarán mirar hacia allá o no? Al final el malecón y a cuba no le ha quedado otra que ser un sitio de contrastes. La isla de lo real maravilloso.

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